Escupen el mal aliento que han acumulado por el simple hecho de hacerlo y se lamen la nariz con sus largas lenguas. Se atornilla una lengüeta con mucha suciedad en las fosas nasales y un pistón belo fella. Presionar la lengua, frotar el vientre. El olor a saliva flota en el aire. - Su nariz es lamida y todos sonríen extasiados.